La cultura y el encuentro para reconocer el pasado.
En el marco de la Semana de los Pueblos Originarios se realizó el jueves 26 de abril, un encuentro de comunidades en el Auditorio de Radio Nacional Córdoba.
Durante siglos, los pueblos originarios han sido relegados por los gobiernos. La Constitución Argentina de 1853 establecía en el art. 67 inc. 15, que el Estado debía: ‘‘Proveer a la seguridad de las fronteras; conservar el trato pacífico con los indios, y promover la conversión de ellos al catolicismo’’
De esta manera se combatía a los pobladores originarios de las maneras más crueles y con los métodos más hostiles, hasta hacerlos desaparecer, o convertirlos al cristianismo y someterlos a esclavitud.
Comunidades enteras sucumbieron ante la llegada de los españoles, que devastaron nos sólo sus riquezas materiales sino también su cultura y espíritu, hasta despojarlos de todo.
El paso del tiempo ha dado en numerosos reclamos, hasta el año 1940, en que se celebró en Patzcuaro (México) el primer Congreso Indigenista Interamericano para una Conferencia Interamericana Indigenista, con el objetivo de salvaguardar y perpetuar las culturas aborígenes de todo el continente. Ese día (el 19 de abril) se instituyó como el Día del Indio Americano, fecha que mas tarde –y en la actualidad- se llamó Día de los Pueblos Originarios. A partir de la reforma del año 1994, nuestra constitución reconoce a los pueblos indígenas como preexistentes, garantiza su identidad y les da derecho a sus tierras ancestrales. Sin embargo, todavía hay mucho por decir.
Cada año se celebra en nuestro país la semana de los pueblos, con diversas actividades, apuntando a las difusión de las culturas y el reclamo de derechos a las tierras donde habitan, oportunidades laborales y revalorización de sus culturas, que en definitiva es la cultura originaria de nuestro continente.
En la ciudad de Córdoba (cuya diversidad cultural y de razas es una de las más grandes del país), se realizó el jueves 26 de abril un encuentro de comunidades en el Auditorio de Radio Nacional, donde dijeron presentes comechingones, whichis, chorotes, tobas, mapuches, guaraníes, chorotes, chulupí y muchos otros que coincidieron en que estas son jornadas no solo reconocimiento y celebración, sino de reflexión y reclamo.
Por eso, cada representante mostró su arte y contó el derrotero de sus ancestros coincidiendo entre todos, realizar un encuentro por mes, con el fin de intercambiar y difundir opiniones, experiencias y conocimientos.
Cerca de las 20 horas, las copleras del norte (comandadas por Isabel, una de las organizadoras del encuentro), las cuerdas del litoral de Manolo Allende, la palabra justa y emotiva de Gladys Canedo -descendiente de comechingones-; la voz quebrada de Eva Ruiz Díaz, una guaraní que relató contó el derrotero cruel e injusto de sus ancestros e improvisó un canto ancestral que guardaba en su garganta durante años; y la cadencia melancólica en la tonada del pintor mataco Miguel Molina de Embarcación, Salta, se unieron al reclamo de otros integrantes de comunidades presentes en el auditorio de Radio Nacional.
Surgieron palabras en wichi, quichua, guaraní y toba y la danza del taller La Brecha, motorizado por la voz de Tomás Lipán y Las Hermanas Cari –dos claros exponentes de la cultura musical andina- interpretando bailecitos y zambas.
Con el jallalla a flor de la piel (y de la voz) y la sonrisa permanente, Isabel y sus copleras cerraron este encuentro de comunidades originarias que dejó a futuro, la idea de nuevos encuentros, para sumar nuevas voces e interesados en oírlas.
publicado originalmente en Electrum, www.boletinfolklore.com.ar