Luciano Supervielle en el Teatro Luz y Fuerza: El arte de equilibrar lo clásico y lo electrónico

Foto: Paul Amiune

El músico Luciano Supervielle llegó a Córdoba, presentado por Bajofondo para brindar un concierto en el que recorrió su último disco, Rêverie y algunas canciones de la formación creada por Gustavo Santaolalla, con la que continúa grabando. La cita fue el sábado 13 de mayo, en la Sala Agustín Tosco.

Una década atrás, Gustavo Santaolla sorprendió al mundo incluyendo sintetizadores y samplers al sonido del tango. Con la misma cantidad de adeptos y detractores, Bajofondo fue ganado espacio en el mercado de la música, hasta convertirse en punto de partida de un nuevo estilo: el tango electrónico.

Luciano Supervielle, miembro original de aquel colectivo experimental, inició paralelamente una carrera solista con la que lleva grabados dos discos: Supervielle y Rêverie, registrado en vivo en el Teatro Solís de Montevideo. Con este último trabajo, llegó a Córdoba este tecladista, productor y dj de madre francesa, nacido en París mientras su padre uruguayo, se encontraba en el exilio. El domingo 13 de mayo, se presentó en la Sala Agustín Tosco del Teatro Luz y Fuerza, acompañado de algunos músicos de Bajofondo, en una noche en que todos los sonidos fueron posibles. Ésta es una de las últimas actuaciones de Luciano presentando Rêverie, ya que culmina el ciclo del disco editado hace dos años, para ingresar en estudio a grabar con la formación de  Santaolalla. Acaso el cierre de una etapa sea provechosa para generar adrenalina.

Rodeado de máquinas, pero con la versatilidad de un pianista clásico,  Supervielle interpretó el repertorio solista y algunas canciones de Bajofondo. “Somos dinosaurios del tango electrónico”, dijo al tiempo que recordó sus primeras actuaciones en Córdoba junto al colectivo de músicos.

La facilidad con la que este artista crea distintos climas a partir de las máquinas, no sería posible sin los extraordinarios músicos que lo acompañan, como el violinista Javier Casalla, “si se nos cae una lágrima es todo culpa de él”, anuncia quien lo presenta y con eso está todo dicho. Lo mismo ocurre con el bandoneonista Martín Ferrés, pilar indispensable del sonido rioplatense, así como Roberto Rodino lo es con la batería en sonidos crudos (como en el tema “Gritar”, del grupo de rock uruguayo Los Estómagos) o deslizando un suave groove. Completa la formación Franny Glass, quien además compone algunas canciones y aporta su voz en diferentes momentos.

Ante una platea nutrida y conocedora del tema, sonaron aires de tango de las dos orillas del Río dela Plata, pero también el excelente  cover en francés de Charly García (“No soy un extraño”) y “Un poco a lo Felisberto” de Rêverie y algunos temas como “Éxodo”, del primer disco de Bajofondo. Todo, motorizado por este joven maravilla que logra mixturar el sonido de instrumentos clásicos con las máquinas sin dejar de lado la esencia original.

PDS

Publicado en: http://www.boletinfolklore.com.ar/recitales/2012/supervielle.html

Revista Electrum

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