Probablemente el instante de un concierto en donde se descubre entre penumbras a un artista interpretando su mayor obra, y se escucha al público cantarla, sea clave para explicar la magnitud de ese artista, y de su obra.
Y fue cuando Sting interpretó Roxanne, la canción que inició su recorrido con la música, la que habla de una prostituta de Newcastle, la que hoy todos reconocen en el primer acorde. Habían pasado casi dos horas de concierto y el ingles- más inglés que nunca, pasados los años-, sentado en un taburete y ya sin la banda 3.0 que lo acompañó en la noche de Buenos Aires, y en esta gira por Latinoamérica, se dispuso a cerrar con la emblemática canción
No fue solo Roxanne, claro, el tema que todos cantaron. Fue todo un repertorio interpretado magistralmente por esta nueva formación (que incluye a Dominic Miller, su histórico guitarrista) y a Chris Mass en batería, con Sting en bajo y acústica) que se acopló tanto a las canciones de The Police como a las de la prolífica etapa solista del cantante inglés, cuya presencia en la Argentina ha sido constante a través de los años.
Sting regreso al país por sexta vez, desde que inicio su carrera, a fines d elos setenta, con Andy Summers y Stewart Copeland, sus compañeros de trío. Tocaron por primera vez en Buenos Aires en Obras, en la disco New york City y en el Radio City de Mar del Plata en el año 1977, en plena dictadura. La banda regresó en democracia, casi 30 años después, para ofrecer un concierto en el estadio de River.
Como solista, Gordon Matthew Sumner, desembarcó por primera vez en Argentina en el año 1995, recién lanzado en solitario, con el disco The Dream of The Blue Turtles. Y un año más tarde se uniría al team Amnesty, que giró por el mundo y recaló en Buenos Aires, y Mendoza (éste escenario fue en reemplazo de Santiago de Chile, ya que aún había dictadura en aquel país). Luego, como solista, llegaría algunas veces más, y la última a fines de febrero de este año, con la banda 3.0, para presentarse en el Movistar arena de Villa Crespo, en el marco de una gira mundial
La primera fecha prevista para el 23 de febrero se agotó en horas, y hubo una segunda, el lunes 24, a sala llena. Allí, el trio 3.0 con el que el ex Pólice –cuya presencia, estilo, y carisma sobre el escenario es sorprendente, considerando que tiene 73 años- viaja por el mundo, recorrió buena parte de la discografía de la mítica formación inglesa y algunas obras del repertorio solista del cantante. La banda se acopló a cada instancia, como si fuera hecha para cada una de ellas: para el set Police, un trio que recordó el sonido de la banda, y acomodó bien el sonido para reemplazar a los integrantes de la formación de los discos de Sting, especialmente con temas del primero y Bring on The Night, aquel registro en vivo que tenia a los músicos Bradford Marsalis y Kenny Kirkland entre otros. El apoyo de Miller en temas como “Desert Rose”, “Fragile”, “Shape of my Heart”, “If I ever loose my faith in you”, y “Fields of Gold”, sonaron despojados del loop sonoro de aquella formación pero manteniendo el clima de cada obra, que incluso fueron coreadas por todos. Con los temas de The Police, la banda alcanzó niveles altísimos en “Message in a Bottle” -el primer tema de la noche- “Synchronicity II” “Every Little Thing She Does Is Magic” “Can’t Stand Losing You”, “So Lonely” “Walking on the Moon”, “Driven Tears”, “Fortress Around Your Heart” y“King of Pain”. También se permitieron un estreno – que acaba de lanzar Sting con 3.0- “I Wrote Your Name (Upon My Heart)”
Casi no hubo interrupciones, salvo el saludo del comienzo y en el final, un “gracias”. Fueron dos horas de música, talento, y la afirmación de una trayectoria que no ha tenido ni interrupciones ni altibajos, y hoy, con casi cinco décadas sobre los escenarios, se mantiene intacta
Crónica. Concierto de Sting en el Movistar Arena. 24.02.2025. La foto de portada es de Movista Arena. La otra, bueno, es mía con celu del siglo pasado (no uso el mio en CABA, ya me robaron muchas veces, gracias)
